
Originalmente fue una plaza intramuros de intensa actividad comercial, carácter tradicional que aún mantiene debido a su céntrica ubicación.
Estampa del Jerez romántico del s. XIX, esta pequeña plaza, bonita y sombreada, representa siglos de historia de Jerez.
El trazado medieval de la plaza mantiene diferentes estilos arquitectónicos, principalmente comercios tradicionales del s. XIX, palacios barrocos y edificios civiles de la Edad Media.
En el Jerez amurallado, la Plaza de la Yerba era un pequeño espacio urbano que junto con la Plaza Plateros, comunicaba el eje comercial del Jerez andalusí.
Pese a su pequeño espacio, destaca dentro del Jerez árabe junto a la Plaza Plateros debido a su cruce entre actividad comercial, la actividad religiosa (mezquitas y judería jerezana) y a la actividad militar (proximidad a la Plaza del Arenal).